Importancia de la alimentacion actual en la predisposición y desarrollo de la diabetes

 

importancia alimentacionNuestro organismo, para poder desempeñar sus funciones correctamente, requiere de proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas, minerales y enzimas, las cuales siempre se deben consumir en la cantidad y proporción adecuadas.

En la actualidad, debido al tipo de alimentación que la gran mayoría consume, no existe el balance adecuado por lo que el organismo se predispone a desarrollar enfermedades a las que es sensible por herencia y por algunos otros factores.

En nuestro país, la diabetes es la tercera causa de muerte, después de enfermedades cardiovasculares y el cáncer.

Reiterando: se ha encontrado que la elevación en el número de muertes, va relacionado con la alimentación que se lleve. Esto, principalmente en los llamados "países desarrollados" (aunque también en los del llamado "Tercer Mundo", porque están invadidos de "alimentación chatarra"), ya que la alimentación de éstos es muy alta en calorías (diferentes a los carbohidratos). Asimismo, encontramos que se consumen alimentos refinados que provocan obesidad, semilla de la diabetes; se consumen harinas blancas, que sólo engordan y no nutren, pues el verdadero alimento de los granos está contenido en su matriz y en la cáscara; se consume una gran cantidad de café que es un estimulante del organismo, pero que lesiona al riñón y provoca alteraciones nerviosas que irritan sobremanera a los diabéticos, y asociadas a las harinas blancas, darán por resultado estreñimiento, otro de los azotes de este siglo. El consumir una gran cantidad de alimentos con conservadores provoca alteraciones en el gusto y paladar, pero también tienen efectos directos sobre la glucemia (cantidad de glucosa en sangre), elevándola en muchas ocasiones y alterando el efecto de los medicamentos antidiabéticos.

Existe además entre la mayoría, una confusión entre calorías y carbohidratos. Estos últimos son esenciales para la vida, en tanto las calorías suben de peso al paciente haciéndolo más sensible a las enfermedades.

A este respecto, desafortunadamente el consumo de calorías está excedido en 60% y 30% el consumo de sal, de acuerdo1 a estudios realizados por el Instituto Médico Jhon Hopkins, encontrándose también que se predispone a los niños a la diabetes, hipertensión y otros padecimientos. En otro estudio realizado por la Universidad de Chicago, se encontró que los niños acostumbrados al consumo de azúcar en sus alimentos, mostraron tendencia a la obesidad y elevación de la glucosa en la sangre, estas dos anomc iías persistían posteriormente.

Otro vicio que está muy arraigado es el consumo excesivo de alcohol, lo cual produce descargas del páncreas, provocando procesos inflamatorios en éste, además en el alcohólico: desnutrición, colitis, alteraciones mentales (ya que se ha comprobado que el alcohol provoca la destrucción de células cerebrales), a nivel hepático aumenta la secreción de esta glándula para una adecuada digestión del alcohol, que sólo aporta calorías y provoca obesidad, l odo esto ,es sólo por mencionar algunos ele los electos ' ciel alcohol en el organismo.

Sin embargo, a nivel de prediabético o de diabéticos, el consumir alcohol es definitivamente criminal, ya que además de lo anterior hace que los niveles de glucosa en sangre suban en forma alarmante y dañen el riñón, provocando las lesiones crónicas que ya hemos descrito.

El consumo excesivo de azúcar es totalmente dañino para nuestro organismo. Shakespeare menciona en su obra "Hamlet" "...Todo aquello que sabe dulce, suele ser amargo al digerirlo..." y esto, aplicado a la digestión de los azúcares refinados es una gran verdad, ya que lesionan al estómago, vesícula, páncreas, etcétera, predisponiendo al organismo a padecer enfermedades.

Otro importante factor que por desgracia casi nunca es tomado en cuenta por los médicos, es el de recomendar a sus pacientes tener un horario de alimentación, darse el tiempo para la misma. La gran mayoría come fuera de sus hogares y muchas veces por comodidad, consumen lo primero que encuentran a su paso y que suelen ser: refres­cos, dulces, alimentación "chatarra", pan blanco, carnes, chocolates, cervezas, postres, tortillas en abundancia o incluso los cocteles de frutas mezcladas inadecuadamente, que se fermentan (casi igual que el alcohol), provocando inflamaciones del abdomen.

La inadecuada alimentación ocasionada por la prisa en la que vivimos, da como resultado funestas enfermedades que primero serán digestivas, pero posteriormente se complicarán con enfermedades crónicas como es el caso de la enfermedad que ahora nos ocupa. Se puede decir lo mismo de zonas menos conflictivas que las grandes ciudades, aunque en provincia no existe el factor tiempo como determinante, pues las distancias son cortas, desgraciadamente en el renglón alimenticio resulta casi lo mismo, pues aun cuando se tiene el tiempo adecuado, los alimentos son iguales por el bombardeo de la publicidad, que recomienda consumir alimentos procesados, llevando a un camino de enfermedad.

Todo lo anterior debe ser tomado en cuenta para el tratamiento de esta enfermedad, ya que no sólo con medicamentos intentaremos curar a los pacientes, pues si hemos dicho que es una enfermedad relacionada directamente con la alimentación, lógicamente debemos considerar los factores mencionados y erradicarlos, con eso obviamente la enfermedad tenderá a desaparecer por sí sola en un alto porcentaje.

Todo esto solamente será posible si rompemos el círculo vicioso de alimentación desordenada y fuera de lo natural, pues de otra manera estaremos alimentando la enfermedad misma y no nuestro cuerpo.

Por todo lo anterior quiero, en este pequeño libro, reiterar en síntesis que la principal fuente de producción de enfermedad y/o salud, es la alimentación y que ésta es el cordón umbilical que mantiene al ser humano físicamente unido a su medio ambiente natural.

Todos los órganos de nuestro cuerpo reciben nutrición, vida y energía de la sangre y ésta lleva los materiales que le sirven a nuestro organismo para crecer, desarrollarse y reproducirse, proporcionándole los elementos de formación y crecimiento de huesos, médula, corazón, riñones, etcétera.

La sangre, elemento de vida humana y animal, se compone de dos características y las adquiere de acuerdo a la alimentación que se tiene, de este equilibrio depende el adecuado o inadecuado estado de salud.

Primera característica: sangre acida

Esta tiene la función de dar energía al cuerpo, restaurando las deficiencias y necesidades del organismo.

Algunos de los alimentos que hacen que la sangre sea ácida, son: todas las clases de pan, mantequilla, queso, chocolate, galletas, tortillas, gelatina, arroz, trigo, maíz, jitomate, carnes de cualquier tipo (cerdo, pollo, pescado, etcétera), leche, huevo y otros.

Segunda característica: sangre alcalina

La función principal de ésta es construir, restaurar y conservar todos los órganos de nuestro cuerpo, operando sobre los sistemas orgánicos como los nervios, glándulas, huesos, médula, piel, etc., protegiendo al cuerpo de enfermedades mediante la destrucción de gérmenes productores de las mismas.

Algunos de los alimentos productores de sangre alcalina son: manzanas, espárragos, plátanos, frijoles, col, zanaho­ria, coliflor, coco, dátiles, uvas, limones, lechugas, melones, naranjas, cebollas, piñas, papas, calabazas, espinacas, aguacates, duraznos, apio y muchos otros.

La proporción sanguínea en el cuerpo humano debe ser de 70 a 80% de sangre alcalina y de 20 a 30% de sangre ácida, constituyendo una forma de sangre pura.

De acuerdo a este grado de acidez o alcalinidad de la sangre, tendremos salud o enfermedad, ya que esto determina la calidad de nuestras defensas y la calidad de vida que tenemos cada uno de nosotros.

Todo lo anterior tiene un gran significado, pues precisamente para los diabéticos estos grados de acidez o alcalinidad tendrán como resultado los niveles de glucosa en sangre y la llegada de ésta a sus diferentes órganos.

La carne, harinas y azúcares son los "alimentos" más ácidos y a la vez los principales factores de enfermedad, por consiguiente, debemos eliminarlos de nuestra dieta, pues existen muchos alimentos naturales que contienen igual o mayor cantidad de proteínas que ellos. Un filósofo decía que "...el más grave de los pecados de la carne consistía precisamente en comerla..."

En las siguientes páginas describiremos la alimentación adecuada para los diabéticos y además ejercicios, tratamientos con base enplantas y una gama completa de alternativas para que este terrible mal vaya desapareciendo de la faz de la1 Tierra.

La fórmula de la salud se reduce a una sencilla operación aritmética: sume fibras a sus alimentos, y résteles azúcar.